viernes, 26 de marzo de 2010

DELICIAS COSTEÑAS


A quien de este país no le gustan los dulces hechos en casa por las mamas, un buen dulce de brevas en navidad, o un dulce de guayaba con queso y biscochos una tarde de onces. ¿En que otro país se puede celebrar la semana santa comiendo toda clase de dulces? Lógicamente aquí en Colombia y mas aun en Barranquilla. Ah! Que afortunados son los costeños que pueden disfrutar de esos manjares en esta semana tan especial.

Después de abandonar Barranquilla hace mas de 5 años, uno deja amistades, compinches que le acolitan la mayoría de antojos cuando aparecen, es el caso de Iván Alonso que me recibe calurosamente en su casa junto a su divina esposa y adorada hija, cada vez que quiero disfrutar de tan hermosa tierra; otro caso en particular es el de Milena Monroy e Ingrid Pertuz, par de hermosas curramberas que este año me sorprendieron con un encomienda que contenía Cocadas, Alegrías, Caballitos, mi dulce de semana santa preferido “el dulce de tamarindo” y otro par de hermosas cositas.

Porque es que estar en Barranquilla en esta época es disfrutar de la diversa cantidad de dulces hechos por las matronas y por las negras que los venden en el ya tradicional parque suri salcedo y encontrar dulces que uno como habitante del interior del país desconoce totalmente.

Primero podemos hablar de un dulce de ñame. ¿Cuando se le ocurriría a una persona del común hacer dulce de un tubérculo con el cual se hace sopa? Nunca, dirían algunos; pero fíjense que si. El dulce de Ñame tiene una buena consistencia, delicioso sabor, suave textura, no empalaga. También hacen dulces de papa y de granos como el guandul y el frijol. Además de los dulces tradicionales como el de coco con leche, el dulce de mango, los cuales enloquecen y sorprenden a cualquiera por su sabor y textura. También hacen dulces de frutas y semillas muy particulares, como es el caso del dulce de corozo, dulce de ciruela y como dije antes, mi favorito, el dulce de tamarindo. Este dulce tiene la característica de que es hecho con un fruto extremadamente acido, lo que le da su sabor inconfundible; su presentación parece una espumita de color salmón, mezclada con las semillas de la fruta las cuales uno saca de la piel que tiene y las bota. Es un dulce para todos aquellos a los cuales les gusta sentir algo acido y dulce al mismo tiempo en su paladar, es sencillamente delicioso. Igual no podemos olvidar a las ya tradicionales Cocadas, preferiblemente las de panela; también los Caballitos, que son otra de mis golosinas favoritas y las infaltables Alegrias.

Podemos seguir describiendo a cada uno de los dulces que en esta semana santa se preparan las negritas y las matronas de las casas, pero duraríamos bastante, por ahora es recomendarles que coman dulce, que hagan penitencia saboreándose y alegrándose la vida con un buen dulce. Que envidia de los Barranquilleros por gozar en esta época de tan deliciosas golosinas. A portarse bien y a comer dulce mi llave!