jueves, 21 de julio de 2011

SU CHICHARRON? NOOO! SUSHI DE VERDAD VERDAD!


Pocas veces uno tiene la oportunidad de conocer y compartir momentos, comidas y experiencias con culturas tan milenarias y tan lejanas como la del Japón, y este año se me presentaron casualmente dos oportunidades. Y no estoy hablando de ver Dragon Ball Z o jugar Wii, sino tener algo más palpable, como por ejemplo la visita que nos hiciera a la ciudad hace poco Kenji Orito, joven Japonés que no se cansa de vanagloriar a nuestro país y que me dejo marcado con una frase “la disciplina con el tiempo, vence a la inteligencia” y la otra fue la sugerencia de una Cheff amiga mía que me propuso comer sushi en Wok Inn para esta nueva critica.

Como buen comensal dije sin persarlo que si, una oportunidad de esas poco se ve y poco se toma por decisión propia, ya que no es de las comidas que uno está acostumbrado a comer. Uno come a cada rato es suchi-charron con frijoles!

La ventaja de ir a comer con alguien a quien se le tiene confianza y que sabe más que uno, es que se le puede preguntar sin pasar por la pena de la ignorancia. Lo más cercano a la comida oriental era el arroz chino de todos los domingos y las lumpias, comida que ni siquiera hacen en china. En fin… miremos a ver que pedimos!

Luego de consultarlo entre el mesero y ella, decidimos que la mejor opción para la entrada eran dos porciones medianas de suchi. Una de Dragon Roll, que no es otra cosa que palmito, masago (huevas de pescado) aguacate, mayonesa japonesa que sabe a lo mismo que la fruco (jejeje) y salmón. La otra fue de Wok Inn Roll, que contiene palmito, salmón, queso crema y masago. El plato se lo sirven con los respectivos acompañantes, wasabi, salsa de soya y jengibre. Definitivamente el gusto es adquirido; para aquellos que por primera vez degustamos esa comida se siente raro, las texturas son diferentes y los sabores ni que decirlo. No es feo, es hasta agradable tener esas sensaciones en el paladar, pero es extraño. Nota personal: No hubo problema con los palitos!

Pasado ya la primera etapa, superada la barrera cultural y culinaria nos vamos por el plato fuerte, en este caso Cerdo Teriyaki. Este plato en particular me tenía con expectativa, por el cerdo, pero no las colmo tanto, el cerdo estaba un poco seco, pero el arroz con vegétales y ajonjolí estaba de lujo. De sabor, las dos cosas combinadas hacían un buen marco para el almuerzo.

Ya para finalizar y como había espacio para postre, pues pedimos postre! Wontons: pastelitos orientales rellenos de queso mozzarella, arequipe y salsa de mora. Pense… obleas niponas! Que postre tan delicioso, es una buena combinación, solo que hay que tener cuidado para no quemarse el paladar con el dulce, debido a que lo sirven un poco caliente, pero son un final delicioso a tan excelente comida.

Luego de tan maravillosa experiencia en algo nuevo como la comida nipona, me atrevo a calificar a WOK INN con 4 Estrellas, por su atención, amabilidad, sabor, por el simple hecho de estar en Ibagué, y brindarnos una oportunidad culinaria distinta a lo que tradicionalmente estamos acostumbrados.

WOK INN está ubicado en la hermosa ciudad de Ibagué, en la Cra 3 Nº42-83 Casa Club. Es un lugar magnifico, apto para toda ocasión y que te permite tener nuevas experiencias gastronómicas. 食べることは喜びですTaberu koto wa yorokobidesu. Osea… Comer es un placer!

lunes, 2 de mayo de 2011

ODA A BACO.


Si hubiese nacido en la Grecia antigua o en Roma, muy seguramente habría sido devoto de Dionisio o Baco, porque el placer que da degustar un buen vino, coctel o licor, luego de una jornada intensa de trabajo solo es comparable con el producido por el éxtasis del sexo. Por lo mismo no desprecio una invitación a salir a tomar unos tragos.

Cuando Talita me invito a pasar un rato actualizando agenda y tomando alguito para la “sed” no lo dude ni un minuto; el problema fue escoger el sitio. Porque no queríamos nada convencional, sino algo sobrio, elegante, donde vendieran cocteles. Luego de unas llamadas el consenso en general nos llevo a YERBABUENA CAFÉ.

Desde que se entra al negocio se suben por unas escaleras sutilmente adornadas que crean la expectativa adecuada para aquellos que conocíamos por primera vez. Se llega al lugar principal y su entorno blanco da de una sensación agradable, relajada. El comentario fue “parece Cartagena” en el buen sentido de la palabra, solo hacía falta el mar. El lugar es espectacular, diseñado en un entorno blanco, con la iluminación adecuada, es para llevar a una buena cita. Como lo que queríamos era relajarnos y tomarnos alguito, pedimos cocteles varios, sin el ánimo de enloquecernos, pero si con ganas de reírnos un rato y pasarla bueno.

La primera elección fue un Dry Martini, popularmente conocido gracias a James Bond. Este coctel fue preparado según la receta. Agitado más no revuelto, con la mezcla perfecta de vermont y ginebra, acompañada de la infaltable aceituna. Un trago fuerte, apenas para iniciar la noche.

Seguidamente, luego de actualizar agenda, pelar de uno que otro amigo, fotos, cigarros, opte por pedir un Vino Caliente de Dubonnet. Aunque el mismo nombre del coctel es errado, ya que el Dubonnet no es un vino, es preparado como si lo fuera. A la temperatura ideal, con canela, clavos, fresas picadas en trozos, servido en una copa escarchada en azúcar. Por si solo el Dubonnet es delicioso, pero con estas combinaciones eleva su categoría a manjar!

Finalizando la noche pedí una creación de nuestro mesero, un Orange Day. Una mezcla de Whisky Escocés con jugo de naranja y granadina, se sirve frio. Engañador por el dulce, es un trago que baja muy bien, se siente el bouquet al final de la garganta, y es excelente para los que les gusta el whisky en sus diferentes grados.

Un detalle coqueto: Nos obsequiaron dos cazuelitas de maíz con ternera y pollo… Espectaculares los dos sabores, pero me quedo con el de ternera. Ah y Talita pidio un Mojito, un Daiquiri y un Cosmopolitan. Tomé un trago de cada uno pero no lo suficiente para dar una objetiva opinión

Sin temor a exponerlo, otorgo a YERBABUENA CAFÉ, CINCO estrellas, por mis dos principales razones, la atención que fue más que esmerada, fue perfecta. Y los tragos exquisitos.

YERBABUENA CAFÉ está ubicada en la cosmopolita ciudad de Ibagué, en la Cra 6 Nº 9 -89 tercer piso, barrio Belén, en la entrada del parque centenario por la Diez (10). Es un lugar maravilloso, mágico, romántico. Recomendado para conquistar.

Lo bueno de los tragos es que durante unas horas los problemas son de otros. Y en Yerbabuena, estos se evaporan. Salud!

sábado, 26 de marzo de 2011

A BUEN HAMBRE, NO HAY MAL PAN!!


En un porcentaje muy alto la rutina aburre. Estarse quieto en un solo lado, hacer las mismas cosas, comer siempre lo mismo cansa. Ese es mi caso particular. Me gusta comer en muchos lugares, pero normalmente siempre pido lo mismo. Y esa noche no quería.

Diana, una hermosa mujer de piel canela, fue mi acompañante en esta noche diferente. Tanto para ella como para mí. Lo digo por ella porque casi siempre sale a comer Helado con un tipo. Yo quería comer comida Mexicana. Pero teníamos hambre, debía ser algo rápido también. Luego de pensar un poco, recordé las palabras de un amigo, sobre un restaurante que ofrecía tales platos de muy buen sabor y a un buen precio. Decidido fue. Prendimos la moto y nos fuimos para JALAPEÑOS.

Al llegar a JALAPEÑOS nos ofrecen un menú variado de comida rápida mexicana que incluía tacos, burritos, quesadillas, entre otras cosas. Los tacos no son para estas ocasiones, con los burritos uno queda con hambre. La elección lógica eran las quesadillas de ropa vieja con ensalada hawaiana. (Que manía de colocarle el título de hawaiana a la comida que lleva piña).

Siempre me ha causado impresión como los Colombianos nos apropiamos con facilidad los platos de mundo y los hacemos nuestros, adecuados a nuestro paladar y gusto. Como en este caso nos presentan unas quesadillas, en una generosa porción, con los ingredientes apropiados para ser aceptada por la clientela. La quesadilla de ropa vieja, es una tortilla delgada de harina de trigo, cuyo interior viene relleno de carne desmechada, con pimentón, cebolla, maíz, queso y especias. Su sabor es bueno, la carne fue bien condimentada, no es dura ni posee grasa, cocinada en su propia salsa. He comido este plato antes y este en particular me pareció normal, delicioso para aquellos que el hambre ciega y no deja degustar bien. Es aceptable. La ensalada Hawaiana por su parte es tan solo una combinación de mayonesa, lechuga y piña, para los que no comemos verde es tolerable, dado que disfraza el sabor de los vegetales con el dulce. El plato es si no me descresto, me gusto más su servicio. Es buena la atención y por ahí conmigo ya van ganando. Tanto el Cheff como la mesera se esmeran en hacer las cosas bien y en atendenderte como es debido. Para esta ocasión les otorgo 3.8 Estrellas, porque aunque la atención fue buena, esmerada y propia, pero el sabor de sus platos no es descrestante, podrían esmerarse más en el sabor.

JALAPEÑOS esta ubicado en la soleada ciudad de Ibagué, en la Cll 64 entre la Avenida Guabinal y la Cra 7. Es un buen lugar para ir a calmar el hambre y cambiar de vez en cuando lo que normalmente consumimos. Pos nos es tan chido, pero a comer en Jalapeños mis cuates!!!

lunes, 21 de febrero de 2011

EL PARAISO EXISTE!!!


Muchas veces creemos haber conocido texturas, sabores, olores y piensa que lo ha visto todo en comidas, más en este país, en donde la gastronomía es tan variable, de acuerdo con la región en donde se esté. En Ibagué, conocí el paraíso.

Soy un adicto a la internet, sin sonrojarme lo digo, redes sociales, periódicos, radio, tv, películas todo normalmente lo encuentro por acá, y una vez pasando el tiempo en Facebook me llego la recomendacion de Garbiñe de el grupo de un restaurante nuevo en la ciudad. Libélula se llama y queda ubicado por el barrio Topacio, lejos de donde normalmente me muevo.

Una noche decidimos con una amiga bajar a conocer el lugar y fue muy grata la sorpresa que nos llevamos. La errónea impresión que se tiene al inicio, al ver la ubicación del local, en donde se piensa que la bulla y el ruido constante de las busetas harán imposible el tranquilo deguste de los platos es totalmente equivocado. En el ambiente de Libélula se respira un aire de paz, silencio y música a muy bajo nivel. Seguidamente Lolita, nuestra mesera se reúne con nosotros a ofrecernos la carta. Esa fue una de las primeras cosas que nos encanto, la atención es lo principal. Nos ofrece dos cartas, una de creppes y otra de platos fuertes. Como aquí en Ibagué son escasos los lugares donde venden creppes me decido por estos.

Creppe de lomo de cerdo a la plancha con vinagreta de mostaza, en una cama de lechuga. Solo con leer el nombre me dan ganas de ordenarlo. Traen el plato y que presentación tan agradable, es tan bonita que uno se encuentra en el dilema de comérselo o llevárselo para la casa a mostrárselo a la mamá. Pero vinimos a comer. Al cortar el primer trozo de creppe y llevárselo a la boca se siente placer, tus papilas gustativas no están preparadas para saborear esta delicia de plato, nunca se había probado algo asi en esta ciudad. Que textura, que sabor, que aroma, posee todo lo bueno de la comida internacional, pero con el sabor criollo; comida fusión lo llaman algunos. Es indescriptible la sensación.

Seguidamente pasamos a ver la carta de los postres y hubo un nombre que nos causo impresión. Ambrosia. Le pregunte a Lolita y me dijo que era la mezcla entre diversos sabores, con un toque de helado y chocolate. No mintió. Que postre tan espectacular, no ha sido concebido por mente alguna el mezclar chocolate, con tamarino, helado de vainilla y flor de Jamaica. Que delicia, que emoción. Digno nombre, ahora soy un dios!

Libélula Restaurante bajo directamente del Olimpo a la ciudad de Ibagué. Está ubicado en la Mz 17Ac Local 1 Barrio Topacio, junto a la iglesia. Cinco estrellas son poco para tan excelente restaurante, ya que ir a Libélula es como probar a que saben lo que saben los besos de amor... pues a todos nos despierta las papilas un beso de amor.

jueves, 27 de enero de 2011

UNA TRADICION HECHA CARNE!!!!


Ibagué hace poco cumplió 460, una ciudad de tradición, de las más antiguas del país. Ibagué, una ciudad de costumbres arraigadas en sus gentes. Quienes tenemos el privilegio de vivir aquí contamos con tradiciones que datan desde el inicio mismo de la Colonia. Pero también existen otras que aunque no tan antiguas, pero sí de vieja data, lograron calarse en la memoria gastronómica de los ibaguereños.

Tal es el caso de la Salsamentaría Tovar, y su producto representativo, El Salchichón del Líbano, el cual es una de las más apetecidas viandas de los Ibaguereños.

Pero aún no nos limitemos a este solo producto. En una tarde, con muchas ganas de comer algo delicioso, fuimos al punto de venta de la Plaza de Bolívar y pedimos varias porciones de los diferentes productos que allí ofrecen. Total, es una salsamentaría y su principal objeto es la venta de productos cárnicos embutidos.

Ustedes ya lo saben, soy adicto a la carne y me encontraba en el paraíso. Nos ofrecen primero una porción de Jamón Ahumado, la cual no puede ser mejor, su sabor es exquisito, ese toque de humo le da su sabor característico… la verdad yo repetí. Seguidamente nos pasan el pernil de cerdo… Ummm, he comido varios, y hace poco en navidad comí mucho de eso, pero no hay punto de comparación, como dicen algunos “se puede ir a los golpes” con cualquier pernil de cerdo de las marcas famosas y seguramente los dejara en la lona.

El momento continúa y nos siguen ofreciendo productos. Hace poco viajé a Bogotá y por el camino probé un sándwich de Queso de Cabeza; pedí que me dieran una porción aquí en la Salsamentaría y no. Primer producto que no me gusto, la consistencia no era la adecuada, los cortes no le dieron un buen sabor y no pasó la prueba.

De último pedí lo mejor de lo mejor, los cávanos y una porción de Salchichón. De los cávanos puedo decir todo. Deliciosos, consistentes, frescos, secos, aromáticos. Sigo confirmado mi afición a estos embutidos, repetí!!!! Y ya pasando al plato principal, a la piedra que adorna la corona, tenemos el Salchichón. No es el común cervecero que te comes en la tienda, no se le ve la grasa pero la sientes, ahí está el sabor, es una ambrosia, la mezcla de las carnes le da el balance perfecto a este embutido. Muchos lo acompañan con arepa, personalmente me encanta con pan. Casi que no podemos terminar, que rico, pero que lleno, jejeje.

Este lugar merece Cuatro Estrellas y Media, porque es delicioso, muy limpio, no es económico, pero tampoco es muy costoso, lo malo es que el local es muy pequeño y a veces no hay donde sentarse. Pero la mejor solución para eso es que pides tu porción y te la vas comiendo por el camino.

La Salsamentaría Tovar está ubicada en la inigualable hermosa ciudad de Ibagué, en pleno centro de la ciudad, exactamente en la Carrera 2 # 9-84 plaza bolívar. Vayan, pidan su porción de Salchichón y hagan parte de la tradición de esta ciudad. A comer Salchichón del Líbano !!!!